Eli & the Ants

Iba caminando por Riera y crucé una mirada con una hormiga. Los dos nos detuvimos.
Momento de tensión, como se puede apreciar en la cara de la hormiga (foto inferior).
Mi sensación era de inmenso poder...tras unos segundos sin parpadear, aguantando sus ojos en mis ojos, levanté un pie y lo pasé por encima de su cabeza...su mundo se tambaleaba, y pude observar cómo tragaba saliva.
En cuanto mi pie pasó de largo su cuerpo, volví la mirada al frente y seguí mi camino.
Pude oir un suspiro a mi espalda.

Este es el resultado de juntar los momentos ociosos de mi padre, los mios, y dos fotos absurdas.

Saludos!